Hoy escuché sorprendido la entrevista que Beto Ortiz le hizo a Alvaro Vargas Llosa en canal 5. Me sorprende dije, porque si bien es cierto, tenemos hasta ahora la libertad de emitir nuestra opinión, la manera como con gran labia y poco seso, Vargas hace uso de ella. No había visto hasta ahora, o al menos no había prestado atención, a personas que como él, acusan a todos los que decidimos no apoyar a su candidato, de ponernos el kimono, hacer algo peor: convertirse en verdaderas visitadoras.
Esta visitadora (entiéndase Alvarito Vargas), aparentemente vocera del humalismo, nos cuenta básicamente que no solo conoce muy bien al candidato Humala, sino que casi casi lo amamantó desde su nacimiento.
Es comprensible la posición de quienes, por obvias razones, son reacios a emitir su voto por Fujimori, pero de eso, a hacer la apología del humalismo que se hizo en el noticiero esta mañana, es absolutamente patetico. Lo escuché decir que su comandante es bueno, probo, misericordioso y el mejor estadista que podría tener el Perú y una zarta de disparates más, que debo confesar, justifican a mi modo de ver el porqué "los Vargas" siempre han sufrido derrotas políticas. Y es que llama la atención lo básico del pensamiento de los "intelectuales" que apoyan a Humala. Ni un solo análisis polñitico social de la situación y postura de los candidatos. Muy por el contrario, Varguitas, la visitadora, hace un recuento de lo ocurrido durante el fujimorato y de cómo lo afectó a él y a su familia desde un punto de vista psicológico. ¡Pobrecito ! teniendo en cuenta que los temporales politico económicos sucedidos y por suceder en el Perú los pasa desde su cómoda casita en Miami o en la villa de su españolísimo papi, el marqués, allá en la lejanísima España.
De su candidato, la visitadora se la pasó diciendo lo guapo que era. mientras que de su Fujimori, se dedicó, prácticamente con diccionario en mano, a utilizar todo tipo de improperios para describir los 90 desde la perspectiva del grupo perdedor.
Lo interesante de su ponencia (ya que no fue interrumpido por Ortiz en ningún momento) y es que en buena cuenta, lo rebuscado de sus expresiones, más que dar un mensaje, logran que las 3/4 partes de la audiencia o más se aburra y cambie de canal.